Anasagasti: "Imaz no ha pactado con el PSOE ni con el PP como hizo Arzalluz"
Iñaki Anasagasti no se muerde la lengua para analizar la situación del PNV, especialmente convulsa en Gipuzkoa tras la decisión del GBB de relevar a Joxe Joan González de Txabarri como candidato a diputado general.
-¿Qué está pasando en el PNV?
-Nada que no pase en los demás partidos políticos. La sociedad cambia y eso presiona a las organizaciones políticas y si a eso se le une el tratar de irnos acostumbrando a esos cambios en un partido que es de amplia base, no de cuadros, ni de funcionamiento a la búlgara en un escenario sin violencia y muy democrático, eso hace que las costuras a veces se resientan.
-Quizá es un conflicto de poder interno no resuelto tras la salida de Xabier Arzalluz
-No se entiende la historia del PNV de los últimos treinta años sin Xabier Arzalluz, pero si algo aprendí de él es que un partido político tiene que hacer política y la política no es sólo el arte de lo posible sino de hacer posible lo que es necesario.Y hoy el EBB está haciendo la misma política que hizo siempre Xabier, es decir, fortalecer día a día a nuestro pueblo, necesitado de convivencia y logros, no de confrontaciones estériles.Y eso, sin dejar de ser nacionalistas.
-¿Cómo interpreta el relevo de González Txabarri?
-La decisión era del Gipuzko Buru Batzar y la ha tomado en el libre ejercicio de sus facultades y ante eso, respeto y acatamiento, y defender con uñas y dientes lo decidido. Pero eso no es óbice para lamentar que un capital político como el acumulado por Joxe Joan no se valore por otro tipo de razones. Txabarri lo ha hecho muy bien, ha tratado de integrar, ha tenido mano izquierda, estaba ilusionado en su proyecto de "Gipuzkoa Hiria", tiene un buen equipo y no era sectario.Y eso un partido lo tiene que valorar porque eso no es sólo de Txabarri, sino de todos.
-¿Se ha tratado de una venganza política?
-Cuando Joxe Joan llegó a Madrid era una especie de guipuzcoano feroz. Once años de dura lucha en Madrid, en la oposición, con el PSOE y con el PP, con leyes inverosímiles, con enfrentamientos sonados y con acuerdos reales que le dieron una experiencia política inigualable de las que Arzalluz siempre ha dicho que hay que tener cuando dice que no se puede hacer política en Euskadi sin pasar por Madrid. Pero no creo que haya sido por venganza política porque sería muy grave, sino quizás por falta de sintonía en relación a futuros pactos.
-¿Y el nombramiento de Xabier Agirre como candidato en Álava?
-Ése es otro registro. El candidato era Álvaro Iturritxa, que dimitió. Xabier Agirre es un todoterreno que viene de la época de Azkarraga, Ormazabal y Estabillo. Es un hombre de partido con olfato e instinto. Lo hará bien.
-¿El relevo de Iñaki Zarraoa, del sector de Egibar, como alcalde de Getxo es la otra cara de la moneda?
-No. Zarraoa llevaba dos periodos y Txabarri, uno. En principio, salvo casos excepcionales, en el PNV los políticos que manejan presupuestos suelen estar dos periodos. Yo a Zarraoa le conocí discutiendo la LOGSE en Madrid con Solana y Pérez Rubalcaba y lo hizo muy bien.
-¿Cree que el sector de Egibar está ya dando los primeros pasos para volver a dar la batalla por el EBB?
-Parto de la base de que en un partido democrático eso es legítimo, pero dicho esto, tiene toda la pinta de que sí.
-¿Cree que realmente está asentado el liderazgo y la autoridad de Josu Jon Imaz al frente del EBB?
-No lo estaría si hubiera una disidencia organizada o un sector crítico muy ruidoso y eso no se da.Todos aceptamos la presidencia de Josu Jon. ¡Faltaría más!
-En la línea capitaneada por Egibar se critica una encubierta reorientación ideológica de la línea aprobada por las últimas asambleas nacionales, una especie de descafeinamiento nacionalista. ¿Usted lo ve así?
-Que yo sepa, Imaz no ha pactado con el PSOE ni con el PP y en el pasado eso sí se hizo.Yo le acompañé a Xabier Arzalluz a Génova 13 a firmar el pacto con Aznar y a Ferraz a hacer lo propio con los socialistas.Y eso no se ha dado con este EBB. Luego, de reorientación nada de nada.
El "abrazo de Bergara"
-Egibar ha justificado el relevo de Txabarri como fruto de los «nuevos tiempos» y también ha advertido del riesgo de un nuevo "abrazo de Bergara".
-Mire, yo de la historia del PNV sé un poco. Y eso de Bergara no tiene nada que ver con la realidad. Aquello se produjo en 1839 tras la primera guerra carlista y se fue implementando con el tiempo. De ahí nace el PNV solicitando la reintegración foral plena que fue lo que puso Arzalluz en la discusión constitucional encima de la mesa y que hoy puede ser una de las salidas a la actual situación de bloqueo político que vivimos. El mal llamado plan Ibarretxe era algo parecido y nadie lo está poniendo en cuestión.
-¿Usted comparte ese temor?
-Ningún temor. Aquí todos somos abertzales y la duda sobre el particular ofende. Aquí nadie tiene el tarro de las esencias y menos los que para agradar al vecino le quitan hasta el nombre de Euskadi a Euskadi y le llaman Euskal Herria, término cultural pero no político. La prueba está en que en el franquismo se perseguía Euskadi y se permitía Euskal Herria.Y, mire usted, ETA nació llamándose Euskadi ta Askatasuna, no Euskal Herria ta Askatasuna. Parece una anécdota pero bajo esto hay mucha tela y sobre todo una falta de respeto hacia el fundador del nacionalismo vasco.
-¿Está en juego la futura política de alianzas del PNV?
-No sé por qué. Coja usted los actuales reglamentos de funcionamiento del PNV y ahí tiene usted en el artículo 65 que le dice claramente que los pactos los hace el EBB presidido por Imaz. Otra cosa es que gobernar no es mandar. Hay que discutir y hablar mucho, pero las cosas son así.
-¿Qué opina de la complicidad que parece que tiene Imaz con Zapatero en relación con el proceso de paz?
-Pero eso no es malo. Otegi se debe de llevar muy bien con Eguiguren y Egibar con Iruin. Eso enriquece la discusión política. Decía Fernández Ordóñez que la ideología cabe en la punta de una servilleta y el resto son relaciones personales.
-¿Detecta un riesgo de "batasunización" en un sector del PNV en una Euskadi sin pistolas?
-Detecto una cierta alegría en los análisis. Me gustaría que se hablara más del modelo de sociedad que defiende cada uno. Cuando una organización no es capaz de estremecerse ante el dolor ajeno no creo que tenga derecho a liderar una sociedad. Para mí el fin no justifica los medios, para otros sí. Por otra parte, le veo a Batasuna creyendo siempre que tiene la razón absolutamente en todo y si no se la das eres un mal nacido, un traidor y un estatutista peligroso.Y las cosas no son así. La sociedad hila más fino y tiene valores.
Compañeros de viaje
-Pero un sector del PNV prefiere tener como compañeros de viaje a la izquierda abertzale...
-Eso es legítimo y se asienta en la creencia de pensar que son más abertzales que nosotros.Y yo niego la mayor. Para mí la construcción nacional se hace con estrategia, táctica, trabajo diario, ideas claras, respeto, aceptando las reglas del juego y poniendo el grito en el cielo si alguien ha extorsionado o violentado a cualquier ser humano, sea quien sea, haya nacido donde haya nacido, piense como piense. Pero si se parte de la base de que la gente del PP no son vascos, apaga y vámonos. No quiero esa sociedad.
-¿Con quién pactaría usted en esa Euskadi sin violencia?
-Mire, si algo tiene de bueno el PNV es que no se ha enfeudado con nadie y ha pactado en cada momento con quien mejor iba a servir a los intereses generales del país. ¿Si hasta hemos pactado con Aznar¿ ¿Por qué en Cataluña, que nos envidian por el Concierto Económico, que aquí lo minusvaloramos, ERC puede pactar con el PSC y eso es "progre" y aquí no? ¿Nos hemos vuelto locos?
-¿Piensa que en el PNV alguien da por amortizado políticamente al lehendakari Ibarretxe?
-No le he escuchado a nadie en el PNV decir esa barbaridad. Es más. Es nuestro máximo capital político. Además, como decía Irujo de Agirre, tiene la cara limpia y la buena intención a flor de piel, y eso es lo que quiere la gente.
-¿A su juicio, está más cerca Ibarretxe del sector radical del PNV como sostienen algunos de sus rivales?
-No lo creo. Sería un error inconmensurable. Ya tuvimos una división muy traumática en 1986 y el lehendakari Ibarretxe es persona muy sensible y humana, y luchará por lo contrario, es decir por la unión y la concordia en el caso de que hipotéticamente eso se produzca, pero también es verdad que tenemos una cita pendiente para hablar de muchas cosas con él desde hace un año. Por ejemplo. Mire usted. En Madrid hemos apoyado los Presupuestos del Gobierno de Zapatero y presumiblemente el PSE-EE apoyará, tras conversaciones, los Presupuestos del Gobierno Vasco. Pero eso no se logra con el apoyo de la señora Lasagabaster ni con el señor Llamazares que han votado en contra, sino porque el PNV tiene siete diputados y siete senadores. Y de estas cosas también nos gustaría hablar con el lehendakari Ibarretxe.